BUENOS AIRES (Andrés Burgo, especial para LA GACETA).- La salida de los jugadores del estadio de Huracán no sólo era normal: era, incluso, agradable. El plantel dejaba la cancha con palabras de satisfacción por el 1-1 agónico. Sin embargo, en ese clima de alivio, llegó lo inesperado: mientras Luis Rodríguez trataba de explicar sus sensaciones ambiguas, un hincha del local empezó a insultarlo.
"Tucumano puto", le dijo, una, dos, tres veces, el hincha a "Pulguita" aún dentro del estadio, pero ya a pocos metros de la calle. De haber sido sometido el hincha a un control de alcoholemia, seguramente le habría salido positivo. El delantero abandonó la entrevista y respondió.
Pero el fanático, siempre sin dominio sobre sí mismo, siguió insultando con su único latiguillo de cabecera. Matías Ballini y César Montiglio saltaron en defensa de su compañero, pero al hincha del "globo" no lo habrían frenado ni 10 leones: salió a la calle y siguió en la suya, insultando al "Pulga", al más famoso de los jugadores de Atlético.
Rodríguez, indignado por el ataque gratuito, intentó acercarse a su agresor verbal, pero entonces apareció la Policía y los jugadores de Atlético se subieron al colectivo todavía felices por el 1 a 1 pero también disgustados por el momento de tensión que atravesaron.